El carguero europeo parte con destino a la Estación Espacial Internacional

El primer carguero espacial europeo, el Julio Verne, partió esta madrugada desde el centro espacial de Kourou, en la Guyana Francesa, en un potente cohete Ariane 5 adaptado especialmente para esta nave de casi 20 toneladas. El lanzamiento se realizó en plena noche, a las 01.03 hora local (05.03, hora peninsular).
El Julio Verne, primer vehículo de la serie ATV (siglas en inglés de Vehiculo de Transferencia Avanzado), lleva a bordo siete toneladas de suministros para la Estación Espacial Internacional (ISS), incluidos 270 kilos de agua potable para los astronautas de la base, 20 kilos de oxigeno, 500 kilos de comida, 80 kilos de ropa y 136 kilos de piezas de recambio. El resto de la carga es combustible.
Pero el carguero no atracará en la estación hasta el próximo 3 de abril, y dedicará las próximas semanas a realizar toda una serie de verificaciones y pruebas en órbita, ensayos de los sistemas automáticos enteramente nuevos de aproximación y atraque en el módulo ruso Zvezda de la base. Además, entre tanto, llegará y partirá de la ISS un transbordador de la NASA. En los posteriores viajes de ATV a la estación, uno cada año y medio aproximadamente, el viaje será más corto, de unos ocho o diez días, explicaron ayer los responsables de la Agencia Europea del Espacio (ESA).

Desde el centro Júpiter en la base guyanesa se controló el lanzamiento y toda la primera fase de puesta en órbita del Julio Verne. Una hora y media después, el control del carguero ha pasado al nuevo centro de ATV en Toulouse (Francia). Ha sido el momento de cantar victoria, con toda la primera fase de maniobras cumplida.
Hasta ahora, la única nave carguero que lleva suministros a la ISS, además de los transbordadores de la NASA, con astronautas, es la Progress rusa, pero el nuevo vehículo tiene el triple de capacidad. Nunca hasta ahora había construido la Europa espacial una nave como esta, capaz e atracar en la ISS, y además se lanza con un cohete europeo, el Ariane-5. Por todo fue inmensa esta madrugada la satisfacción de los responsables de la ESA, del consorcio Arianespace que comercializa estos cohetes y de las empresas implicadas en el desarrollo y construcción del ATV, bajo la dirección de Eads Astrium. Diez de los 17 países miembros de la ESA participan en este programa optativo, incluida España (4%) y con la notable ausencia del Reino Unido. Francia es el socio principal de ATV, con una participación del 46,9%, seguida de Alemania (24,4%) e Italia, con el 13,3%, explicó en Kourou Jean Jacques Dordain, director general de la ESA. El coste del Julio Verne asciende 1.300 millones de euros. Una decena de empresas españolas participan en el programa.
Dordain recordó que las primeras ideas de lo que ahora es el ATV surgieron en 1987, pero el programa no se aprobó oficialmente hasta 1995, por lo que han sido más de diez años de desarrollo hasta el lanzamiento de hoy. El ATV, junto con el módulo europeo Columbus, enganchado a la ISS hace un mes, son las principales aportaciones de la ESA a la base espacial internacional, siguiendo la estrategia de no aportar dinero sino equipos y tecnología.
El Julio Verne utilizará el sistema GPS para orientarse en el espacio, además de un localizador estelar; unos dispositivos ópticos con dos rayos láser y otros similares a radar especiales permitirán su aproximación con una precisión de 1,5 centímetros al extremo de la estación donde debe atracar. Una vez enganchado al Zvezda, los astronautas de la estación abrirán la compuerta para descargar el Julio Verne. El carguero permanecerá en la ISS varios meses. Este verano, los tripulantes de la estación meterán en el ATV unas seis toneladas de desperdicios, el carguero se desenganchará de la estación y realizará una reentrada en la atmósfera terrestre (sobre el Pacifico) y se desintegrará.

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