ONU: riesgo de desastre mundial
Un informe de Naciones Unidas advierte que el riesgo de un desastre mundial va en aumento.
El cambio climático, la degradación ambiental y el desarrollo urbano mal planificado tienen más probabilidades de afectar a la población mundial.
El reporte alerta que millones de vidas están en peligro debido a que pocas veces se sopesan los riesgos de manera adecuada, especialmente en los países en desarrollo.
La ONU asegura que el dinero invertido en la reducción de los riesgos es una manera efectiva de reducir las muertes y los daños.
El tsunami en Asia en 2004, o el terremoto del año pasado en China, son fenómenos naturales imprevisibles.
Pero la Evaluación Global de la Reducción del Riesgo de Desastres indica que hay mucho que podemos hacer para reducir nuestro propio riesgo. El problema es que no lo estamos haciendo.
Ya sabemos que cambio climático significa eventos climáticos más severos, pero la asistente del Secretario General de la ONU, Margareta Wahlstrom, dice que la mayoría de los países fracasaron en considerar cómo eso afectará a sus propios pueblos y ciudades.
"No sabemos lo suficiente sobre el impacto del cambio climático a nivel local", explicó.
"Sabemos mucho acerca de los parámetros globales pero, sobre cómo va a afectar a las comunidades locales, no tenemos investigación, conocimiento ni bases científicas aún", agregó Wahlstrom.
El reporte remarca algunas diferencias asombrosas en la evaluación y reducción de riesgos entre países ricos y países pobres.
Japón y las Filipinas, por ejemplo, están expuestos por igual a los ciclones tropicales pero, por cada muerto en Japón, hay 17 en las Filipinas.
Este reporte no va dirigido a los servicios de emergencia, sino a los gobiernos y a sus ministros de Planificación y de Finanzas.
La ONU afirma que gastar dinero para reducir los riesgos es una buena inversión, mientras que la pérdida de vidas, propiedades y medios de sustento es muy costosa.
El cambio climático, la degradación ambiental y el desarrollo urbano mal planificado tienen más probabilidades de afectar a la población mundial.
El reporte alerta que millones de vidas están en peligro debido a que pocas veces se sopesan los riesgos de manera adecuada, especialmente en los países en desarrollo.
La ONU asegura que el dinero invertido en la reducción de los riesgos es una manera efectiva de reducir las muertes y los daños.
El tsunami en Asia en 2004, o el terremoto del año pasado en China, son fenómenos naturales imprevisibles.
Pero la Evaluación Global de la Reducción del Riesgo de Desastres indica que hay mucho que podemos hacer para reducir nuestro propio riesgo. El problema es que no lo estamos haciendo.
Ya sabemos que cambio climático significa eventos climáticos más severos, pero la asistente del Secretario General de la ONU, Margareta Wahlstrom, dice que la mayoría de los países fracasaron en considerar cómo eso afectará a sus propios pueblos y ciudades.
"No sabemos lo suficiente sobre el impacto del cambio climático a nivel local", explicó.
"Sabemos mucho acerca de los parámetros globales pero, sobre cómo va a afectar a las comunidades locales, no tenemos investigación, conocimiento ni bases científicas aún", agregó Wahlstrom.
El reporte remarca algunas diferencias asombrosas en la evaluación y reducción de riesgos entre países ricos y países pobres.
Japón y las Filipinas, por ejemplo, están expuestos por igual a los ciclones tropicales pero, por cada muerto en Japón, hay 17 en las Filipinas.
Este reporte no va dirigido a los servicios de emergencia, sino a los gobiernos y a sus ministros de Planificación y de Finanzas.
La ONU afirma que gastar dinero para reducir los riesgos es una buena inversión, mientras que la pérdida de vidas, propiedades y medios de sustento es muy costosa.
Comentarios