Según estudio el hombre gasta el triple de energía que la mujer en una conquista amorosa
Los hombres gastan tres veces más energía que las mujeres en las actividades de cortejo, o al menos así se desprende de un estudio reciente de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá en el que se analizó la vida diaria de 31 jóvenes durante un mes.
Ir al cine, conversar, desplazarse juntos, invitar a comer o echarse miradas son algunos de los parámetros que tiene en cuenta este trabajo, que sirvió a la estudiante Lina M. Ángel como tesis de graduación en biología, un trabajo supervisado por los profesores Fabio Gómez y Carlos Estévez.
La idea surgió de una charla informal en la cafetería de la facultad en la que profesores y estudiantes discutían sobre "quién gastaba más dinero en conquistar a su pareja, y derivó en averiguar cuál era el gasto energético", explicó Lina M. Ángel. El resultado es que el hombre gasta 1.204 kilocalorías de media en cortejar a una mujer, mientras que ésta destina sólo 468, aunque la mujer diversifica más sus actividades de conquista.
A modo de ejemplo, ellas invierten 11 kilocalorías en mirar a los varones y ellos solamente 3, pero los hombres se concentran de sobremanera en la mujer cuando van a ver una película, con un consumo de 218 kilocalorías, mientras su objeto de deseo ni siquiera se inmuta.
Por contra, para ellas mirar juntos la televisión o ir de paseo juntos supone un consumo energético mientras que para los varones no.
Otra faceta importante del estudio es que revela que "cortejar es tan innato que no podemos dejar de hacerlo", y eso se traduce en que consumimos el mismo número de kilocalorías con la pareja habitual que con cualquier otra persona por lo que, a priori, "la fidelidad es algo mental"
Los investigadores explican este fenómeno porque la mujer debe preservar su energía para la gestación y la lactancia y advierten de que "si los hombres no logran equilibrar este poco gasto, las mujeres pierden el interés" .
Al carecer de referencias científicas al respecto, el primer paso fue concretar el objeto de estudio y lo hicieron mediante una encuesta en internet, a la que respondieron tanto colombianos como personas de Arabia Saudí, Egipto, Francia o Canadá.
La conclusión fue que el cortejo, entendido como el "conjunto de acciones que nos permiten intentar conseguir una pareja", es un código amatorio compartido por las diferentes culturas y por ambos géneros ya que, según explicó el profesor Carlos Estévez, "no hemos dejado de ser animales y se trata de un comportamiento muy instintivo".
Una vez establecidas catorce actividades de cortejo, se sometió a 31 jóvenes saludables, de entre 19 y 24 años, a unas pruebas aeróbicas, para después incorporarles un pulsómetro de muñeca durante un mes que registraba su frecuencia cardíaca y el consumo calórico.
Los jóvenes anotaron en una bitácora todas las actividades que realizaron durante éste tiempo, lo que permitió a los investigadores determinar cuántas calorías consumían durante los actos que se consideraban "de cortejo".
Una vez se cotejaron los datos y se extrajeron las conclusiones, se determinó establecer cuánto dinero cuesta una kilocaloría consumida en cortejar y de nuevo el dispendio es mayor para los varones que para las mujeres, con un gasto de 5 y 3 pesos colombianos respectivamente (0,0025 y 0,0015 dólares).
Los investigadores insisten en que todavía se trata de un "estudio preliminar" pero inciden en que arroja una conclusión tajante: "cuanto más te esfuerces, más posibilidades tienes de que te presten atención".
EFE
Ir al cine, conversar, desplazarse juntos, invitar a comer o echarse miradas son algunos de los parámetros que tiene en cuenta este trabajo, que sirvió a la estudiante Lina M. Ángel como tesis de graduación en biología, un trabajo supervisado por los profesores Fabio Gómez y Carlos Estévez.
La idea surgió de una charla informal en la cafetería de la facultad en la que profesores y estudiantes discutían sobre "quién gastaba más dinero en conquistar a su pareja, y derivó en averiguar cuál era el gasto energético", explicó Lina M. Ángel. El resultado es que el hombre gasta 1.204 kilocalorías de media en cortejar a una mujer, mientras que ésta destina sólo 468, aunque la mujer diversifica más sus actividades de conquista.
A modo de ejemplo, ellas invierten 11 kilocalorías en mirar a los varones y ellos solamente 3, pero los hombres se concentran de sobremanera en la mujer cuando van a ver una película, con un consumo de 218 kilocalorías, mientras su objeto de deseo ni siquiera se inmuta.
Por contra, para ellas mirar juntos la televisión o ir de paseo juntos supone un consumo energético mientras que para los varones no.
Otra faceta importante del estudio es que revela que "cortejar es tan innato que no podemos dejar de hacerlo", y eso se traduce en que consumimos el mismo número de kilocalorías con la pareja habitual que con cualquier otra persona por lo que, a priori, "la fidelidad es algo mental"
Los investigadores explican este fenómeno porque la mujer debe preservar su energía para la gestación y la lactancia y advierten de que "si los hombres no logran equilibrar este poco gasto, las mujeres pierden el interés" .
Al carecer de referencias científicas al respecto, el primer paso fue concretar el objeto de estudio y lo hicieron mediante una encuesta en internet, a la que respondieron tanto colombianos como personas de Arabia Saudí, Egipto, Francia o Canadá.
La conclusión fue que el cortejo, entendido como el "conjunto de acciones que nos permiten intentar conseguir una pareja", es un código amatorio compartido por las diferentes culturas y por ambos géneros ya que, según explicó el profesor Carlos Estévez, "no hemos dejado de ser animales y se trata de un comportamiento muy instintivo".
Una vez establecidas catorce actividades de cortejo, se sometió a 31 jóvenes saludables, de entre 19 y 24 años, a unas pruebas aeróbicas, para después incorporarles un pulsómetro de muñeca durante un mes que registraba su frecuencia cardíaca y el consumo calórico.
Los jóvenes anotaron en una bitácora todas las actividades que realizaron durante éste tiempo, lo que permitió a los investigadores determinar cuántas calorías consumían durante los actos que se consideraban "de cortejo".
Una vez se cotejaron los datos y se extrajeron las conclusiones, se determinó establecer cuánto dinero cuesta una kilocaloría consumida en cortejar y de nuevo el dispendio es mayor para los varones que para las mujeres, con un gasto de 5 y 3 pesos colombianos respectivamente (0,0025 y 0,0015 dólares).
Los investigadores insisten en que todavía se trata de un "estudio preliminar" pero inciden en que arroja una conclusión tajante: "cuanto más te esfuerces, más posibilidades tienes de que te presten atención".
EFE
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