La Estación Espacial Internacional podría quedarse sin astronautas en noviembre

La Estación Espacial Internacional (ISS) podría comenzar a operar sin tripulación en noviembre si los ingenieros rusos no descubren pronto lo que causó la reciente falla de un cohete, según anunció el lunes la NASA. La nave rusa de carga Progress 44 –no tripulada- se precipitó a tierra poco después de su lanzamiento para entregar 2,9 toneladas de suministros a la estación espacial el 24 de agosto. La falla fue provocada por un problema con el cohete Soyuz de la Progress, que es similar al que Rusia ocupa para lanzar su vehículo tripulado –también llamado Soyuz- a la estación. Actualmente, residen seis astronautas en la ISS. Ellos no deberían verse muy afectados por el accidente de la Progress, dijeron funcionarios de la NASA, dado que tienen suficiente suministros para mantenerse un tiempo en órbita. Pero tres de estos astronautas deben regresar a la Tierra en septiembre, y está programado que el resto vuelva a mediados de noviembre.
Por el momento, la Soyuz es la única manera de mover astronautas hacia y desde la ISS. Por lo que si la anomalía del cohete no es identificada y reparada pronto, una nueva tripulación no será capaz de alcanzar el laboratorio orbital antes que los últimos tres cosmonautas vuelvan a casa. ¿Sin tripulación por primera vez en una década? Esta situación dejaría al laboratorio orbital de US$100.000 millones sin tripulación por primera vez desde 2001. Sin embargo, no se transformaría un desastre, según los funcionarios de la NASA. “Sabemos cómo hacerlo”, dijo Mike Suffredini, director del programa de la estación espacial para la NASA. “Suponiendo que los sistemas se mantengan operativos, como he dicho, podemos tomar el mando del vehículo desde tierra y operar la nave de buena manera, manteniéndola en órbita indefinidamente”.
La NASA preferiría, por supuesto, mantener un equipo a bordo de la estación, añadió Suffredini. Dejar la estación sin tripulación restringiría significativamente la investigación científica que se lleva a cabo 386 kilómetros sobre la Tierra. A raíz del retiro de transbordador espacial en julio de 2011, la NASA ha enfatizado repetidamente en la importancia de esta investigación, y el potencial científico de la ISS. Pero puede que la ISS se quede sin tripulantes. Actualmente, hay dos naves Soyuz acopladas a la estación para traer a casa a seis astronautas. Los vehículos están diseñados para permanecer alrededor de 200 días en el espacio, por lo que tendrán que partir pronto. Las condiciones de iluminación en el sitio de aterrizaje de las Soyuz en Kazajistán también son un problema. La NASA y la agencia espacial rusa han establecido que los aterrizajes deben ocurrir al menos una hora después del amanecer y una hora antes del anochecer, para facilitar la búsqueda y operaciones de rescate. La ventana de iluminación se cierra durante alrededor de cinco semanas el 19 de septiembre para la primera parte de la tripulación y alrededor del 19 de noviembre para los otros tres tripulantes. La espera de la apertura de una nueva ventana se extendería más allá de los 200 días en ambos casos, dijo Suffredini. Por lo tanto, es casi seguro que los seis astronautas en la estación espacial deberán dejar el laboratorio a mediados de noviembre. Los ingenieros rusos están trabajando duro para darle a las naves Soyuz la mejor oportunidad de cumplir este plazo; la siguiente está programada para ser lanzada el 21 de septiembre, pero es casi seguro que no sucederá, dijo Suffredini. Rusia ha formado una comisión para determinar la causa del accidente de la Progress, y comprender cómo solucionarlo. Pero la NASA dice que no se apresurará el proceso, ya que la seguridad de los astronautas es su principal prioridad. La NASA no pondrá ninguna tripulación en una Soyuz hasta que el cohete haya tenido varios lanzamientos no tripulados exitosos, añadió. Aquello podría suceder relativamente pronto. Rusia planea usar propulsores Soyuz para lanzar una Progress de carga comercial y otra con suministros hacia finales de octubre. El accidente de la Progress es el más reciente de una cadena de lanzamientos rusos fallidos durante los últimos 10 meses. Esta serie de contratiempos ha causado cierta preocupación entre los legisladores y expertos estadounidenses, dado que la NASA dependerá de Rusia para poner a sus astronautas en órbita hasta que las naves espaciales privadas norteamericanas estén operativas. Esto podría comenzar a suceder en 2015, han dicho los funcionarios.

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