Así es la computadora más rápida del mundo
No lo tenían planeado. El sistema, de hecho, estaba
proyectado para estar listo en 2015. Pero los chinos no solo se adelantaron dos
años en desarrollar su nueva supercomputadora, sino que sobrepasaron a sus
viejos contrincantes en la competencia por el computador más rápido del mundo.
Mientras que una computadora ordinaria puede realizar
alrededor de 100 millones de cálculos en un segundo, ésta hace 33.860 billones
por segundo.
La Tianhe-2, desarrollada por la Universidad de
Tecnología de Defensa china, que es administrada por el gobierno, lideró la
lista de las 500 computadoras más rápidas del mundo, publicada dos veces al año
por un grupo de investigadores internacionales.
China ya ocupó ese primer lugar entre noviembre de 2010 y
junio de 2011.
De acuerdo a la lista, Estados Unidos tiene la segunda y
tercera supercomputadoras más rápidas del mundo, llamadas Sequoia y Titán
respectivamente, mientras que la K japonesa es la cuarta.
La última versión de la lista -que es supervisada por
Hans Meuer, profesor de ciencias informáticas en la Universidad de Mannheim-
fue publicada para coincidir con la Conferencia Internacional de
Supercomputación en Leipzig, Alemania.
El nombre de la computadora, Tianhe-2, quiere decir Milky
Way-2, y su sistema opera a 33,86 petaflops por segundo, lo que equivale a
33.860 billones de cálculos por segundo.
Eso en promedio, porque en teoría la máquina puede operar
hasta a 54,9 petaflops por segundo.
El proyecto fue patrocinado por el Programa 863 de Alta
Tecnología del gobierno chino, un esfuerzo para que sus industrias de alta
tecnología sean más competitivas y menos dependientes de los rivales
extranjeros.
Se ha dicho que China tiene la intención de instalar el
equipo en el Centro de Supercomputación Nacional de Guangzhou, cuya sede es en
provincia suroriental de Guangdong, donde se ofrece como un recurso de
"investigación y educación" para el sur de China.
El sistema tiene la capacidad de monitorear enormes
cantidades de datos. Con él, los modelos climáticos atmosféricos pueden tener
en cuenta el efecto del comportamiento del océano, explicó Raj Hazra, líder del
departamento de alta computación de Intel, al diario The New York Times.
Aunque la supercomputadora utiliza chips Ivy Bridge y
Xeon Phi de Intel para llevar a cabo sus cálculos, Jack Dongarra, de la
Universidad de Tennessee, señala que muchas de sus características fueron
desarrolladas en China y son únicas.
Por medio de la Tianhe-2 los geólogos pueden examinar no
sólo las formaciones rocosas, sino el comportamiento de los gases y los
líquidos dentro de las diferentes rocas, añadió Hazra.
Otras de sus características incluyen:
· Utiliza un
total de 12,3 millones de procesadores.
· Tiene una red
de interconexión a la medida, que enruta los datos a través del sistema.
El desempeño de la Tianhe-2 es casi el doble de rápido
del siguiente equipo en la lista.
La Titan, en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge en
Tennessee, EE.UU., anda a 17,59 petaflops por segundo y tiene una potencia
máxima de 27,11.
Dongarra señala que no se espera que el gobierno de
EE.UU. adquiera otra supercomputadora hasta 2015.
La K japonesa, construida por el gigante tecnológico
Fujitsu, tiene un rendimiento de 10,51 petaflops por segundo, lo que le valió
para desplazar al Tianhe-1 del primer lugar hace unos años.
China tiene 66 de las 500 computadoras de la lista de las
más rápidas, lo que es en realidad una caída comparado con la lista de hace
seis meses, cuando tenía 72 supercomputadoras presentes.
EE.UU. domina la lista con 252 computadoras, Japón cuenta
con 30, Reino Unido tiene 29, Francia 23 y Alemania 19.
China, sin embargo, es el nuevo monarca.
· Posee 4.096
CPUs (unidades centrales de procesamiento) FT-1500 Galaxy diseñados para
manejar aplicaciones específicas de predicción del tiempo y de defensa
nacional.
· Usa un sistema
operativo Kylin -llamado así en referencia a una bestia mítica conocida como el
"unicornio chino"- que sirve como una opción de alta seguridad para
los usuarios del gobierno, defensa, energía, aeroespacial y otros sectores
críticos.
Comentarios