Rusos y estadounidenses protegerán a osos polares que cruzan estrecho Béring

Rusos y estadounidenses se pusieron por primera vez de acuerdo en proteger al oso polar, especie en peligro de extinción que no sabe de fronteras y cruza "ilegalmente" en ambos sentidos el estrecho de Béring todos los inviernos.
"Es una noticia muy positiva, ya que los osos no tienen nacionalidad y deambulan por ambos territorios sin control", declaró Ígor Chetsin, director de la sucursal rusa del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
El acuerdo consiste en que expertos de ambos países elaboren conjuntamente un censo de la población de osos polares con el fin de garantizar mejor su protección y la de sus descendientes.
El departamento de Estado norteamericano hizo hincapié en que el acuerdo "contempla medidas concretas para la defensa de las osas con crías menores de un año".
El estrecho de Béring es la frontera natural entre los territorios de Chukotka (Rusia) y Alaska (EEUU), que acogen en torno a unos dos mil ejemplares de oso polar, que puede rondar la tonelada de peso (1.000 kilos).
"El acuerdo es fruto de la voluntad política de las autoridades de ambos territorios. Sin duda, el nombramiento de Román Abramóvich como gobernador de Chukotka facilitó el acuerdo", añadió el activista.
El hielo que cubre durante varios meses al año el estrecho es aprovechado por los osos para pasar al otro lado de la frontera en busca de comida, lo que dificulta su seguimiento por parte de los expertos.
Rusia, junto a Noruega, es el único país del mundo que prohíbe la caza del oso polar, aunque esto no ha impedido que unos 150 osos mueran anualmente a manos de los cazadores furtivos.
En cambio, en Alaska la caza es legal, al igual que en Canadá, pero únicamente se registran en torno a una veintena de osos polares muertos cada año.
Sin duda, el factor determinante son los subsidios estatales, ya que el gobierno estadounidense ofrece unas condiciones ventajosas a los que residen en Alaska, en particular, a los aborígenes. "La caza de osos en Alaska ya no es rentable. Los aborígenes han perdido el interés. Hoy es, más que nada, una actividad deportiva", dijo.
Mientras, aunque Abramóvich ha invertido grandes cantidades de dinero en Chukotka, región con una superficie mayor que la de Francia (737.000 kilómetros cuadrados), los aborígenes viven del pastoreo de renos y de la caza y morsas, y otros animales. Por esta razón, las autoridades rusas se plantean permitir la caza tras más de medio siglo de prohibición, al considerar que su legalización conllevará un descenso de los precios de las pieles de oso en el mercado negro.
"Una piel de oso de contrabando cuesta en torno a los mil euros en la capital de Chukotka (Anadir) y ese precio se multiplica por cinco o seis en Moscú y el extranjero", señala Chetsin.
La bilis de los osos también reporta grandes ingresos, ya que la medicina tradicional asiática considera que ese órgano tiene propiedades especiales para combatir afecciones como los cálculos renales o la impotencia sexual.
Una comisión bilateral debería abordar ese asunto en los próximos meses y en caso de que se legalizara la caza en Rusia, se establecerían cuotas equitativas para ambos territorios.
Sea como sea, el acuerdo suscrito por ambos países prohíbe la utilización de avionetas o trampas en la caza de osos blancos.
LA CAZA MILLONARIAEn el mundo, según WWF, un millar de osos mueren anualmente a manos de cazadores, en su mayoría en Groenlandia y Canadá.
El WWF paga varios cientos de dólares mensuales de sueldo, "un dineral" en el Extremo Oriente ruso, según Chetsin, a antiguos cazadores furtivos para que se encarguen de informar sobre avistamientos de osos polares.
"No podemos competir con el dinero que los furtivos reciben por cada ejemplar que abaten con sus rifles", dijo.
En cuanto al futuro de la especie, que ronda los 10.00020.000 ejemplares en todo el planeta, Chetsin es "pesimista".
"El cambio climático afecta antes que a nadie a los osos polares. Otras especies pueden adaptarse, los osos blancos no", apunta.
Expertos del Servicio Geológico de EEUU pronosticaron que debido al calentamiento global dos terceras partes de los osos polares habrán desaparecido para 2050.
A causa de la descongelación del Artico desde 2005 la superficie ártica se redujo en 150.000 kilómetros cuadrados, en torno al 42 por ciento del hábitat de los osos polares desaparecerá en las próximas cuatro décadas.
Según ese estudio geológico, los osos polares únicamente sobrevivirán en Canadá y Groenlandia, mientras en Rusia y EEUU se extinguirán.
EFE

Comentarios

Entradas populares