Utilizarán cable superfino de 30 kilómetros para bajar carga útil de satélite a la Tierra

Expertos rusos y europeos realizarán mañana martes un singular experimento para bajar a la Tierra con la ayuda de un cable superfino y ultraligero de 30 kilómetros de largo un contenedor con carga útil del satélite FotónM3.
El jefe del programa de vuelo de ese aparato orbital, Nikolái Sokolov, anunció hoy que la maniobra se llevará a cabo con ayuda de un cable de polietileno por el que la cápsula Fotino estará atada al satélite después de separarse de él y empezar a girar alrededor.
Cuando el cable se desenrolle por completo será cortado de forma automática por ambos cabos, y la cápsula, que pesa seis kilogramos, entrará en la atmósfera en el ángulo y la trayectoria requeridos y descenderá hacia la Tierra en un paracaídas, indicó.
"Lo principal para nosotros es ensayar el descenso, por eso nos importa más el proceso de extensión y corte del cable y el aterrizaje del contenedor que el contenido de la cápsula", dijo a la prensa Sokolov, según la agencia Interfax.
La Agencia Espacial Europea (ESA) informó de que ese experimento, YES (Young Engineers Satelite), fue desarrollado en su centro científico holandés con participación de más de 500 estudiantes de universidades de países comunitarios y de Rusia.
Según expertos de la ESA, de esta forma se intenta recuperar desde la órbita pequeñas cargas con resultados de experimentos, y también se ensaya la tecnología para modificar las órbitas de los satélites sin empleo de los motores de cohetes y naves espaciales.
Sokolov precisó que la cápsula Fotino deberá aterrizar a las 07.55 del martes en Kazajistán, cerca de la ciudad de Dzerzhinsk. Un día más tarde, a las 03:50 de la madrugada del miércoles, se espera que también aterrice en Kazajistán, cerca de la ciudad de Kustanay, el propio satélite FotónM3, llamado por los científicos Arca de Noé debido a la gran variedad de organismos que lleva a bordo.
Rusia colocó en órbita el pasado día 14 este satélite, en el que se llevaron a cabo 45 experimentos preparados por científicos europeos y rusos con líquenes españoles, hámsters, tritones, peces, lagartos, caracoles, cucarachas y crisálidas de mariposas.
Sokolov indicó que, debido al enorme interés que han suscitado estos experimentos, los contenedores del Fotón serán abiertos inmediatamente tras su aterrizaje, y los organismos entregados sin demora a los respectivos centros científicos.
En concreto, dos experimentos con líquenes españoles apuntan a estudiar su supervivencia en el espacio abierto y durante el retorno en la atmósfera para comprobar la teoría de que los asteroides y meteoritos pueden transportar microorganismos de un planeta a otro.
Este proyecto lo coordina el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial con participación de entidades como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Complutense.
EFE

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